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Comisión de Apoyo por Tierra

OTRA CAÑA, POR FAVOR

TIERRAS EN BELLA UNIÓN SERÍAN RETIRADAS A QUIEN PIDIÓ EL DESALOJO DE LOS OCUPANTES.

Montevideo, 10/04/06 (LA DIARIA).- En Bella Unión están pasando cosas. Muchas. El miércoles 4, los ocupantes de tierras en litigio comenzaron a plantar caña y entregaron un plan productivo al Instituto Nacional de Colonización (INC), cuyo Directorio tendría decidido solicitar a la Justicia que ejecute la sentencia que devolvió al Estado los terrenos de Colonia España.

Federico Gyurkovits

El dato no es menor. Sería la primera vez que el INC solicite una medida de este tipo, con la intención de que mientras los procesos judiciales se dirimen en las oficinas, en el campo la producción pueda seguir su proceso.

El 10 de marzo, la jueza Silvia Castelli había resuelto la devolución de las fracciones 43 y 46 al Instituto, que inició acciones años antes contra el colono Conrado Villalba, ya que hacía once años que no producía en las tierras y nunca se había establecido en el lugar a tales efectos.

Pero Villalba apeló, decisión que le fue comunicada oficialmente al INC el 24 de marzo.

Según la información recabada, a partir de esa fecha las autoridades tenían 15 días hábiles para contestar la apelación, que vencen el lunes 24 de este mes.

En ese mismo plazo, el Instituto puede pedir la ejecución provisoria de la sentencia.

Antes de que se cumpla el plazo habrá reunión de directorio para definir qué se hará, y fuentes vinculadas con el caso indicaron a la diaria que en el Directorio hay consenso para adoptar por primera vez una medida de este tipo.

“Esto implica no esperar el resultado de la apelación y ejercer el derecho que da el artículo 260 del Código General de Proceso, o sea cumplir lo que ordenó la jueza en primera instancia, mientras se tramita la apelación.

En otras palabras, devolver al INC el dominio sobre las fracciones, quitándole la responsabilidad de depositario al antiguo colono que en el juicio tuvo fallo adverso”, explicó una de las fuentes consultadas.

Decisión histórica De concretarse, la medida sería bien recibida por los ocupantes, que ven en el actual organismo una disposición que no tuvieron los anteriores para cumplir la Ley 11.029. Dicha norma establece que tendrán prioridad como aspirantes a colonos aquellos “que posean mejores aptitudes y condiciones personales” y que “se organicen en cooperativas y sindicatos”.

Por otro lado, el propio Plan Político 2005 del INC fija los criterios a tener en cuenta para entregar tierras. En líneas generales, se pretende favorecer a los sectores sociales que se encuentren por debajo de la línea de pobreza: “Estos deben constituir una prioridad, por la ineludible necesidad de ser atendidos por la sociedad y apoyados en la lucha contra la pobreza, con recursos de la propia sociedad y del INC”.

También se apunta a los productores endeudados y a los pequeños productores que “se aproximan a ser expulsados de la tierra y constituirse en nuevos inmigrantes del campo a la ciudad”. Finalmente, se apuesta a aquellos colonos con dificultades socioeconómicas que, a pesar de realizar esfuerzos productivos y de atender sus obligaciones con el INC, “no logran conseguir niveles de vida y producción satisfactorios”.

El país productivo El 15 de enero, cuando el sindicato de los cañeros (UTAA), el de los pequeños productores y asalariados rurales (APAARBU), y el de los trabajadores de CALNU (SOCA) ingresaron a Colonia España, la noticia circuló rápidamente en el país por lo que significaba: que bajo un gobierno de izquierda, se ocuparan tierras con una consigna histórica de la propia izquierda: “La tierra para el que trabaja”.

El interés se veía potenciado por la acción del colono Villalba, que pidió a la Justicia el desalojo.

Pero esa causa no prosperó y actualmente se encuentra paralizada.

A tres meses del boom informativo, pocos se acuerdan de los “peludos” y sus socios. Pero no es que falten novedades. El miércoles de la semana pasada, y contrariando la versión de que la medida tenía motivos ajenos al interés en producir, los trabajadores comenzaron a plantar caña.

La siembra es posible por el trabajo que realizaron desde el primer día.

Paralelamente a esas tareas, los tres sindicatos estructuraron un Plan Productivo para desarrollar en las fracciones 43 y 46 de Colonia España. El documento, al que accedió la diaria, fue entregado al INC, cuyas autoridades lo estudian con miras a decisiones posteriores, una vez que se defina si las tierras quedan por un tiempo en manos de Villalba o vuelven a ser controladas por el Estado.

DOS CICLOS

El plan productivo tiene un plazo aproximado de doce meses (lo que tardaría en resolverse la apelación presentada por Villalba), tomando como referencia el año agrícola que culminará con la zafra cañera de 2007. Está dividido en dos ciclos de producción: otoño-invierno (2006) y primavera-verano (2006/2007).

Durante este período “se pretende instalar un cultivo de caña de azúcar, diversos cultivos hortícolas y la producción animal comenzando por la producción de leche. La combinación de diferentes rubros productivos es la concreción de la diversificación a la que se apuesta desde las organizaciones como modelo de desarrollo para la zona de Bella Unión”.

La alternancia de especies a plantar es “una estrategia de rotación”, además de una propuesta orientada por el interés de generar “una experiencia de trabajo colectivo y solidario entre trabajadores”.

Las organizaciones involucradas apuestan a que este proyecto se convierta “en un ámbito de formación y capacitación tanto en aspectos asociativos y autogestionarios como en la implementación de tecnologías que respeten el medio ambiente y la salud de los trabajadores y la población”.

En la práctica esto significa que desde un principio se utilizará parte de la superficie para la caña y alimentos, aplicándose técnicas agro-ecológicas. En la medida en que esta iniciativa dé resultados, se complementará con la producción artesanal de conservas, dulces y otros bienes elaborados a partir de caña de azúcar y hortalizas.

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